La interacción entre energía y temperatura
Mejora del rendimiento mediante aplicaciones en cámaras frías-La interacción entre la energía y la temperatura es de vital importancia para la fisiología humana
No hace falta ser médico para darse cuenta de lo estrechamente entrelazado que está el equilibrio biológico de la temperatura con el metabolismo energético humano. Incluso actividades sencillas y regulares como los largos paseos ilustran esta conexión: Cuando la frecuencia cardiaca y la absorción de oxígeno aumentan, los músculos se contraen y gastan energía, generándose calor en el proceso. Pero eso no es todo: el cuerpo tiene que gastar energía adicional para disipar al exterior el calor generado durante el ejercicio, por ejemplo mediante la sudoración. Esto sirve para evitar un aumento peligroso de la temperatura corporal por encima de un nivel tolerable para la salud. Pero este mecanismo preventivo tiene un precio, porque hasta el 75% de la energía se disipa en forma de calor o por el propio sistema de refrigeración del cuerpo. Para el corredor ocasional, esto apenas tiene importancia, pero en los deportes de competición, cada aporte energético cuenta.
En esta situación, surge la pregunta crucial: ¿cómo se puede aumentar el rendimiento atlético minimizando al mismo tiempo la energía necesaria para regular la temperatura?
Mayor rendimiento gracias a las aplicaciones en cámara fría Uso optimizado de la energía
La investigación, especialmente los estudios sobre aplicaciones de cámaras de frío en todo el cuerpo en atletas, ofrece respuestas a esta pregunta. Aquí se demuestra que esta forma de terapia puede movilizar la energía allí donde más se necesita y ayudar al organismo a trabajar con mayor eficacia. Así lo avalan los estudios de investigadores de renombre como W. Joch y S. Ückert. Sus investigaciones demuestran que las aplicaciones de cámaras frías mejoran el flujo sanguíneo a los músculos, reducen la producción de sudor y optimizan la función cardiovascular. Además, esta terapia demuestra que el cuerpo tiene que gastar menos energía en la regulación de la temperatura, lo que significa que hay más energía disponible para el rendimiento atlético.
Tampoco deben subestimarse los efectos psicológicos positivos de las aplicaciones de cámaras frías a medida. Los atletas afirman haber aumentado su fuerza mental, mejorado su estado de ánimo y aumentado la calidad del sueño. Esto es de especial importancia ya que el agotamiento mental provocado por la presión, el estrés y los esfuerzos intensos de entrenamiento pueden tener un impacto negativo en el rendimiento físico y en la prevención de la fatiga crónica.
Las aplicaciones tradicionales de cámaras de frío para todo el cuerpo pueden así no sólo optimizar el rendimiento atlético, sino también promover la salud de todo el organismo y contribuir a una utilización más eficaz de la energía. Sin embargo, es de suma importancia no descuidar nunca la atención médica, especialmente en los deportes de competición en los que el cuerpo está expuesto a un estrés extremo. Sin embargo, nada se opone al “cambio de energía” individual con ayuda de las aplicaciones de cámaras frías, siempre que sea reconocido y controlado continuamente por la comunidad médica.